6 dic 2007

El vegetarianismo y el Hambre

Por Alfredo Akira Ohnuma Jr.

Científico medioambiental: E mail: fred@guiavegano.com

Fisiológicamente, nuestro cuerpo responde o nota automáticamente cuando sentimos hambre. Aunque también se discute en otros niveles espirituales sobre la necesidad que tenemos del alimento, el asunto del alimento invariablemente se relaciona con el mantenimiento de las actividades que gobiernan la vida en la Tierra.

Producir alimentos requiere espacio y tiempo, porque para cada individuo, es fundamental gastar bastante energía para suplir y satisfacer sus necesidades eventuales. Asociado a la deficiencia del sistema político, principalmente en los países emergentes, que distribuyeron el poder adquisitivo irregularmente, los hábitos alimentarios de la población intensifican el número de víctimas del hambre en el mundo que alcanza 826 millones de personas aproximadamente, según el informe anual de FAO (la Organización para la Agricultura y la Alimentación). Datos disponibles en: www.fao.org. Este número representa a 2 personas aproximadamente de cada 10 que subsisten con hambre crónica por el mundo.

El vegetarianismo como hábito alimentario, se asocia a una distribución barata más justa y eficiente, contribuye para reducir la privación por alimento en las poblaciones menos privilegiadas que sienten esta carencia fisiológicamente. Esto puede demostrarse por la producción mundial de granos conque es alimentado el ganado: porque se consumen cantidades enormes de funciones nutritivas que podrían ser mucho mejor aprovechadas en caso de que fueran directamente distribuidas para abastecer a la población humana.

La producción de alimentos

Fomentar la producción de animales/pastos de corte exige gastos alarmantes que observamos cuando reunimos información con el propósito de minimizar los impactos globales y generar una mejoría en un sistema compartido de distribución de los alimentos. Para tener la idea cuantitativa del gasto que producen alimentos de origen animal y vegetal, el déficit puede ser superior a 150 veces cuando comparamos, por ejemplo, la producción bovina con la producción de maíz. Este dato es válido para la misma cantidad de tierra (4 hectáreas) y el mismo intervalo de tiempo entre cosecha o corte (5 años). Para este cálculo no se ha considerado el número de cosechas que pueden obtenerse anualmente, tendiendo a todavía aumentar la ventaja en la producción de alimentos vegetales.

Necesidades proteicas

Tomando en consideración los aspectos nutritivos de cada uno de estos alimentos, mas específicamente el índice proteico, es posible obtener en promedio la cantidad efectiva que cada una de estas cosechas o cortes tendrían de proteína. Esto significa que, en la cantidad y en la calidad, la producción de comidas vegetarianas, supera y provee mucho mayor provecho respecto a las expectativas con que son alimentados por los animales de corte.

Diferencia en la cosecha de proteínas comparando alimentos vegetales y animales.

Esa deficiencia productiva en la calidad y en la cantidad de los alimentos de origen animal encarece el desgaste medioambiental como también provoca una imputación respecto a los problemas socio-económicos.

Todos esto es debido al hecho que la proporción más grande de los alimentos en los granos y cereales son desviados para atender el comercio del ganado, siendo esto directamente responsable por aproximadamente el 70% del consumo de estos alimentos.

Consumo alimentario

Tomando como base estos mismos datos, podemos considerar la necesidad del consumo de un hombre, por ejemplo, de 70kg. Su demanda nutritiva pide al día por término medio aproximadamente 70g de proteína. Con esta cantidad generada de proteínas en la cosecha productiva de estos alimentos se podría suplir con fríjol a este hombre durante casi 75 años o con el milho durante más de 130 años. La soja es la comida que más vidas pudieran sustentar esta demanda a largo plazo, siendo superior a 400 años de suministro proteico. Para la carne bovina, los 121kg de proteína adquirida en el mismo espacio y tiempo de producción aportarían un periodo relativamente corto de cinco años de suministro proteico para alimentación. En otros términos, la producción de carne es onerosa, desgastante y un tanto perjudicial sin prestar atención al desperdicio que ella genera. Y sin tener en cuenta los impactos generados medioambientalmente, provocados por la producción de los animales/pasto de corte.

El posible Período de consumo de necesidades proteicas para los alimentos vegetales y animales.

Estos datos demuestran la capacidad que los alimentos de origen vegetal poseen y ofertan en cantidad y calidad nutricionales. En caso que estos alimentos pudieran producirse para atender la demanda de los subnutridos, ciertamente no serian recogidos los restos de comida como es hoy en los botaderos por las personas que pasan hambre.

Estimativo de personas alimentadas proteicamente

El dato demuestra la relación proporcional y el beneficio barato y social generado en la preferencia por el consumo de alimentos vegetales en el combate del hambre. Esto puede confirmarse a partir del número de las personas que pudieran alimentarse proteínicamente utilizando el mismo criterio de demanda nutritiva individual, la igualdad en la distribución económica, espacio y tiempo de producción.

La ilustración representa el número de las personas alimentadas con la proteína de calidad correspondiente al tipo de alimento. Aunque la carne bovina sea un alimento de alto valor proteico, su producción es considerada costosa cuando nosotros relacionamos o extendemos su capacidad productiva con el correr del tiempo. La cantidad de nutrientes de la carne distribuida en el tiempo se vuelve inviable e impracticable cuando se tiene como objetivo reducir la carencia por alimento. Se destaca que las pautas en la ingestión de proteínas indican el porcentaje de 10% del valor calórico total como proteínas.

Número de las personas asistidas por alimentos vegetales y carne bovina según la capacidad de aporte de proteínas.

Siendo así, el consumo de alimentos de origen animal, particularmente la carne proveniente del ganado, además de causar un desperdicio funcional debido a la mala distribución de los alimentos, se resume aquí como uno de los factores responsables por el aumento del "azote del hambre" en el mundo.

Tabla cuali-cuantitativa de producción y el período de consumo estimado para alimentos vegetales y la carne bovina

Tabla:

Kg.

Cal/100g

Gramos de proteína

% incorporado de proteína

Valor calórico

Kg de proteína

Años

# Personas alimentadas

Maíz

34.000

365

9,4

10%

3.366

132

48.086

Soja

32.000

416

36,5

33%

10.464

410

149.486

Arroz

19.000

359

8,0

9%

1.691

66

24.157

Poroto

8.000

336

20,0

24%

1.880

74

26.857

Carne bovina

210

330

36,0

58%

121

5

1.730


(*) Se refiere al alimento que puede suplir las exigencias proteicas.

Agradecimientos especiales al Dr. Eric Slywitch, por la colaboración en el cálculo de proteínas.

Referencias consultadas:

FUNDACION SALVAR LA TIERRA (1992). Nuestro Alimento, Nuestro Mundo. Las Realidades de una Dieta basada en los animales, Santa Cruz/EUA, 1992. FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación). Informe anual. Datos disponibles en: www.fao.org. Accedí el 23 diciembre 2006.

IBGE (2000). Censo 2000. El instituto brasileño de Geografía y Estadísticas.

Brasil, 2000

OHNUMA JR., A. A. (2004). Los elementos del Hábito (In) sustentable. Presentado en el 36° Congreso Vegetariano Mundial. Sociedad Vegetariana Brasilera. Florianópolis, 8-14 nov. 2004.

SLYWITCH, E., (2006). Alimentación sin carne - guía práctica.

www.alimentacaosemcarne.com.

TACO (2006). Tabla brasilera de Composición de Alimentos. Universidad de Campiñas. Núcleo de Investigaciones en alimentación. NEPA/UNICAMP.

Disponible en: http://www.unicamp.br/nepa/taco//tacoversao2.pdf .

Accedí 23 diciembre 2006. Versión 2. Segunda Edición. Campiñas/SP.

WINCKLER, M., (2004). Fundamentos del vegetarianismo. Opinión de la Asociación Dietética Americana sobre las Dietas vegetarianas. Río de Janeiro/RJ. Editora de páginas amarillas.

Fuente:

http://www.guiavegano.com.br/ecología/fome.htm

Dennis Zagha Bluwol. Reflexiones sobre los movimientos "ambientalistas" y de "liberación animal" bajo la óptica del concepto de "naturaleza" en los tiempos del capitalismo.

Ing. Alfredo Akira Ohnuma Jr.

El vegetarianismo y hambre

Cambios drásticos en las condiciones del planeta.

¿Para que sirve la deforestación?

Impacto ecológico.

Ecoterra

La voz 'del ambiente

Cambios drásticos en las condiciones del planeta

Un escenario nada prometedor

Alfredo Akira Ohnuma Jr.

PhD. En ciencias en Ingeniería ambiental

E-/mail: Las actividades humanas consumen variablemente gran parte de los servicios provistos por los ecosistemas. Atender ˝gratuitamente˝ la demanda creciente de las necesidades de subsistencia humana no ha sido una de las mejores formas para garantizar una vida segura y decente. A partir del estudio previo del relato Viviendo solo de Nuestros Medios –El Capital Natural y el Bienestar Humano, en la Evaluación Ecosistemica del Milenio (AEM), UNESCO (2005), casi dos tercios (2/3) de los productos ofrecidos por la naturaleza, para ayudar al consumo humano, están en proceso de rápida declinación en todo el mundo. En otros términos, Existen beneficiaderos de captura por parte de la ingeniería desarrollada en el planeta que agotan los recursos del capital natural de la Tierra.

Se identifican problemas serios de orden global que tienden a afectar el bienestar humano: las condiciones drásticas de varias especies de peces; la vulnerabilidad de millares de personas viviendo en regiones secas y sin servicios locales fortalecidos por los ecosistemas (como la disponibilidad del agua) y por último; Una amenaza constante sufrida por el planeta debido a los cambios climáticos y a la polución de los nutrientes.

El noble servicio que la naturaleza nos presta ante nuestras necesidades permite: Alimentar a los pueblos, proporcionar bienestar y abrigo, facilitar el desarrollo económico, Generar beneficios marginales de satisfacción individual y colectiva, en fin, cuidar "sumisamente" el tejido de la vida del cual nosotros hacemos parte Sin embargo, ante este período de consumo salvaje e inaudito de las actividades humanas, los ecosistemas han estado sufriendo consecuencias desagradables.

Tabla – Cambios indicativos en el ecosistema y sus efectos

Reducción en el nivel de las aguas de ríos y lagos para irrigación, por el uso creciente industrial y domestico duplicado en 40 años (1960-2000). Agotamiento de acuíferos y pérdida de la biodiversidad.

Devastación de bosques nativos. Aproximadamente el 24% de la superficie terrestre transformada en áreas de cultivo. Reducción de la flora y la fauna y del potencial de eliminación de especies en vía de extinción; Descontrol del clima (declinación del ciclo del carbono).

El crecimiento acelerado global y las variaciones climáticas. Aumento climático de más de 1° Celsius en los últimos años y la proyección creciente de hasta 5° Celsius en la temperatura promedio de la superficie del globo antes de 2100. Alteraciones en el ciclo natural de calentamiento y enfriamiento del planeta; la dificultad de migración de especies para áreas más apropiadas: la supervivencia en la adaptación, la pérdida de biodiversidad.

Influjo del nitrógeno reactivo. Su almacenamiento se ha duplicado en los últimos 150 años. Desequilibrio ecológico, volumen alterado y flujo declinatorio de los ríos Declinación de los estanques pesqueros. Reducción de la biomasa marina, especialmente la pesca predatoria, de un 90% respecto al nivel artesanal. Eliminación de la biota marina; inicio de la moratoria de la pesca comercial en 1992.

Una descripción de escenarios de AEM representa cambios significativos que indican variaciones en el consumo de los servicios de los ecosistemas y pérdida consecuente de la biodiversidad y deterioro de algunos servicios. Los tipos medios de especies en la extinción, por ejemplo, y las proyecciones derivadas de modelos confirman la desaparición de especies amenazadas, debido a la pérdida del hábitat y al consumo de energía.

Ilustración - Tasa de especies en extinción.

Las previsiones no son nada agradables cuando eliminamos las condiciones de resiliencia de los sistemas naturales. La conducta actual incluye cambios probables que afectan la salud del capital natural y sobrecargan excesivamente los riesgos sobre el bienestar humano. Eso hace parte de la propia ley de la naturaleza.

Con el aumento de la densidad de la población y la despreocupación frente a las acciones antrópicas, los sistemas que componen la síntesis de la vida (los vegetales, animales y biológicos) pasaran a sufrir presiones aún mayores y la tendencia es que la infraestructura local, de la cual todas las sociedades dependen, correrán el riesgo de volverse cada vez mas extraños, si es que ya no se encuentran.

REFERENCIAS:

UNESCO (2005). Viviendo solo de Nuestros Medios. El Capital Natural y el Bienestar humano. Mensaje de la Junta Coordinadora de Evaluación Ecosistemica del Milenio. Valoración del Ecosistema del milenio. 29p.

Fuente:

http://www.guiavegano.com.br/ecología / AEM.htm


Gracias por tomarse la molestia de leer esto

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