Lo cierto es que esto es difícil de comprobar, pero los animalistas ponen algunos argumentos sobre la mesa que dan que pensar. En primer lugar, es sabido que una dieta vegetariana confiere una serie completa de beneficios para la salud. Las investigaciones nos han mostrado que los vegetarianos padecen en menor proporción de enfermedades del corazón, hipertensión, obesidad, diabetes, cánceres diversos, diverticulitis, desórdenes intestinales, cálculos en la vesícula, cálculos en los riñones y osteoporosis (Dwyer, 1988). Lo que también se deriva en un mayor rendimiento sexual y una mejor condición física para las relaciones. Por otra parte, las dietas vegetarianas tienden a ser más bajas en grasas por lo que se reduce el colesterol y la obesidad, que pueden interferir en la calidad y frecuencia de las relaciones. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que todas las dietas vegetarianas no son necesariamente sanas, por ejemplo cuando se consume una elevada cantidad de productos lácteos de alto contenido graso; un motivo por el que los expertos en salud recomiendan estar bien informado y tener como primer objetivo una dieta equilibrada y saludable
Una de las preguntas que más se plantean las personas que piensan llevar una dieta vegetariana es de qué forma se puede adquirir hierro (fuente de fuerza y energía para el sexo). En este sentido deben saber, que aunque el hierro de los vegetales se absorbe peor que el hierro procedente de productos animales, se ha demostrado que la tasa de anemia en vegetarianos no es superior a los omnívoros. Las judías y los vegetales de hoja verde son fuentes especialmente buenas de hierro. Mejor incluso que la carne.
Según los sexólogos de Castellón consultados por este rotativo, "no puede afirmarse que de forma general los vegetarianos sean mejores amantes que los omnívoros, pero es cierto que las grasas animales son muy perjudiciales para todo, también para el sexo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario